En el transcurso de la historia los medios de comunicación han sido considerados tradicionalmente como la memoria histórica de los pueblos, a través de ellos las sociedades pueden recordar su pasado, vivir en directo su presente y proyectar lo que será su futuro. La televisión no es la excepción, y en Colombia particularmente refleja una sociedad en constante transformación, que busca afanosamente una identidad en medio de los actuales paradigmas de la tecnología y la globalización.
Al igual que en la televisión de adultos la infantil es responsable del sexismo que hay en su programación. Sin embargo, como nota más positiva hemos visto recientemente el surgimiento de nuevas series televisivas que cuyos protagonistas son mujeres adolecentes que son capaces y seguras de si mismas, pero esta transformación no ha perpetuado en la sociedad como debería, niñas y jóvenes adolescentes valoran más a las personalidades femeninas de la televisión más por su apariencia física atractiva que por su capacidad y habilidades.
La publicidad en los programas infantiles caracterizan más a los niños que a las niñas y la mayoría de los contenidos presentaban estereotipos de rol tradicionales para hombres y mujeres. Si hacemos un análisis de los comerciales en general descubrimos que están estereotipados en cuanto a género femenino y que a las mujeres por lo general se les representa como si su valor primordial fuera su apariencia física, teniendo en cuenta que este la mayoría están dirigido a los jóvenes de esta generación.
Para la publicidad el objetivo primordial es capturar la mayor cantidad de consumidores de un producto y como sabemos los niños son un objetivo primordial ya que por su ingenuidad y su inocencia son objeto de manipulación de la televisión y desde corta edad les cultivan modelos que no son reales.
La televisión de nuestro país no logra retratar de manera realista las mujeres de todas las edades. La caracterización de las mujeres en la televisión, a menudo devalúan a las jóvenes y mujeres, la responsabilidad de la devaluación continua puede atribuirse a el interés de las cadenas televisivas por mantener el rating, adquirir mayor popularidad y todo esto se resume en dinero, mucho dinero.
Escrito por: Jimena Prieto Sarmiento
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